lunes, 9 de julio de 2007

DE LA DEMOCRACIA MEDIÁTICA A LA DEMOCRACIA ELECTRÓNICA

El siglo XX parece ser el siglo de la comunicación y de la aparición de la mayor parte de las tecnologías informativas, y de los contextos sociopolíticos y económicos del que surge un sistema de industrias culturales de escala planetaria que, por sí mismos y con sus propias lógicas, modifican nuestras sociedades post-industriales.
El contexto de la comunicación social, esta cambiando a gran velocidad. Con la aparición de las tecnologías de la información ha modificado tanto los procesos productivos en la economía como la capacidad de los ciudadanos a acceder a la información de la que, los medios eran los únicos mediadores. Así la economía de la comunicación y la cultura ha desarrollado un estatus propio que le permite desarrollarse a través de las nuevas redes de telecomunicaciones como mercado global de información donde cualquiera es emisor y/o receptor, rompiendo la lógica de que los medios sean al mismo tiempo mediadores sociales. El papel de mediación de las industrias culturales no ha desaparecido, pero sí se producirá una reubicación de la acción mediadora de las estructuras de la comunicación social.
EL PAPEL DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN EN LA DEMOCRACIA ACTUAL :
Bajo estos conceptos la comunicación mediática ha sufrido modificaciones en la arena política, sobre todo con los actores del juego democrático y sus procesos específicos de comunicación. Esto nos conlleva ha analizar desde dos perspectivas diferentes (carácter endógeno o carácter exógeno -o ambos-) pero solo abordaremos el estudio desde la segunda, la teoría de la contingencia que refiere el cambio a las causas ambientales. Es decir, examinar que papel cumplen los medios de comunicación: los tradicionales y los nuevos en las democracias actuales. Proponiendo su evolución en dos grandes etapas: la Democracia Mediática y la Democracia Electrónica.
LA DEMOCRACIA MEDIÁTICA, supone la construcción de la opinión pública a través de la actividad de los medios de comunicación de masas, especialmente la radio y la televisión. Los medios aparecen en este modelo como los responsables de la construcción y canalización de las agendas públicas y políticas, como los grandes mediadores entre los actores político-sociales y la opinión pública. En una primera etapa histórica, como detallaremos, los medios masivos -los audiovisuales- son controlados directamente por los estados como una herramienta privilegiada para la articulación de la opinión pública;
en una segunda etapa, más próximo a nosotros cronológicamente, las presiones del mercado obligarán a abrir el sistema de comunicación a actores privados. Las formas en las que los medios de comunicación construyen la opinión pública han sido sometidas a consideración en las últimas décadas por diversas escuelas de las ciencias de la comunicación, con la cuestión de fondo de si los medios influyen fuertemente o no sobre las audiencias y sobre qué sistema de comunicación (el público o el privado) resulta más eficaz en la mediación entre sociedad y opinión pública.
LA DEMOCRACIA ELECTRÓNICA, con muchos matices y más preguntas que respuestas, se puede decir que la aparición de una nueva sociedad, la sociedad informacional, trae consigo la aparición de nuevas formas de construcción de la opinión pública utilizando las tecnologías de la información, y en ese sentido hay muchas modificaciones posibles de la manera en la que los ciudadanos se relacionan con el sector público y en la manera en la que el sector público lleva su información a los ciudadanos.

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